August Sander, nace en una zona minera cerca de Colonia
(Alemania) en 1876.
Su padre es carpintero en la mina y él siendo muy joven comienza a trabajar también en la mina.
Un día le eligen, por azar, para que acompañe como guía a un fotógrafo que realiza fotografías del paisaje minero. El fotógrafo le permite observar el mundo a través del objetivo de su cámara. A partir de ese momento decide que quiere estudiar fotografía.
Se hace ayudante de diferentes fotógrafos profesionales en Alemania y en Austria. Hasta que a principios del siglo XX se convierte en fotógrafo profesional, abriendo un estudio fotográfico primero en Linz (Austria) y más tarde, en 1910, en Colonia.
Es en esta época cuando decide salir de su estudio y realizar un trabajo de campo.
Elige una zona geográfica limitada y conocida suficientemente por él, Westerwald, donde pasó su infancia, dedicándose a fotografiar de una forma sistemática a los campesinos de la región.
Su padre es carpintero en la mina y él siendo muy joven comienza a trabajar también en la mina.
Un día le eligen, por azar, para que acompañe como guía a un fotógrafo que realiza fotografías del paisaje minero. El fotógrafo le permite observar el mundo a través del objetivo de su cámara. A partir de ese momento decide que quiere estudiar fotografía.
Se hace ayudante de diferentes fotógrafos profesionales en Alemania y en Austria. Hasta que a principios del siglo XX se convierte en fotógrafo profesional, abriendo un estudio fotográfico primero en Linz (Austria) y más tarde, en 1910, en Colonia.
Es en esta época cuando decide salir de su estudio y realizar un trabajo de campo.
Elige una zona geográfica limitada y conocida suficientemente por él, Westerwald, donde pasó su infancia, dedicándose a fotografiar de una forma sistemática a los campesinos de la región.
Pastor de ovejas. 1913.
Familia en su granja. 1914.
Madre e hija. Mujeres de granjero y minero. 1912.
Jóvenes granjeros. 1914.
Niños del campo. 1913.
Agricultor. 1911.
Joven granjero. Circa 1911.
Niña en su granja. 1919.
Familia de granjeros. 1912.
Los jóvenes generales. 1915.
Para todas las fotografías:
Autor: August Sander.
Alemania.1910-1919.
[seguirá en August Sander. Mundo rural-II]
Un documento que sirve para analizar una época, con esos niños dispuestos para la "guerra", disfrazados de temibles prusianos; esa familia numerosa, que se asegura la perpetuación de la estirpe gracias a una elevada natalidad; esos niños que posan con lo mejor que tienen en casa: su oveja; esa Alemania rural de principios de siglo.
ResponderEliminarLa historia de un país no se hace tan solo con los testimonios escritos que nos han dejado.
Un saludo.
Unos retratos de la Alemania anterior a las guerras mundiales. Familias (acomodadas en su mayoría) que disfrutaban de su mundo seguro y confortable retirado de las ciudades.
EliminarLas caras de la gente dicen mucho de los países donde habitan.
Abrazos, Cayetano!!!
Hay algo vagamente marcial en todas las fotos... incluso en la de los niños, una especie de rigidez que puede ser debida a la poca familiaridad de la gente con la fotografía, pero salvo, quizá, la niña en su granja y el joven agricultor, ninguno parece muy contento de ser inmortalizado... La foto de la familia es un poco tremenda, todos tan serios separados por sexo...
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique
Me olvidé el motorista que, de hecho, es el único que parece de verdad satisfecho de sí mismo y del mundo :D
EliminarEs posible que esa seriedad y marcialidad fuese producto de la zona fría donde vivían, Adra.
EliminarAunque yo más bien creo que era el modo de posar serio y afectado típico de principios de siglo, una época en la que aún se creía que sonreír era de bobos.
Habría que verlos en plena fiesta de la cosecha con varias pintas de cerveza a sus espaldas.
Abrazos!!!
Es maravilloso. En la primera imagen me llama la atención que no sólo ha captado impresión en los niños, sino incluso en la oveja! Es una foto deliciosa.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Sander me encanta como retratista, madame. Se nota que lo hacía por puro placer.
EliminarHasta las cabras posaban bien para él. Jejeje
Abrazos!!!
Son fotos muy representativas de la época, imágenes que reflejan una realidad; el resto lo pone nuestra imaginación, según nuestros criterios.
ResponderEliminarEn varias fotos se nota el respeto y la relación de esta gente con la naturaleza, retratándose acompañados por sus animales o con un ramito de flores. Además, el aspecto general y el cuidado de la vestimenta, en particular la de los niños, dice mucho de las mujeres alemanas de este entonces...
Los niños de soldaditos, reflejan la educación y la mentalidad de la época. Son muy graciosos!
Un gran abrazo, Enrique!!!
Eso es, nuestra imaginación. Ella es la que determina si una imagen nos gusta más o menos en función de los que nos inspire.
EliminarLuego está la realidad, claro. Pero esa no la conocemos. Solo la imagen de un momento.
Los niños están graciosos, sí. Pero viendo en lo que se metió Alemania en los años posteriores, dan un poco de miedo.
Abrazos, Marga!!!
Es paradógico el saber que se trataba de un mundo que de inmediato fue arrasado primero por una y luego por otra guerra. Menos mal que hubo alguien que rescató esas tomas para nosotros, que debiéramos aprender algo de ello...¿No te parece?
ResponderEliminarLo cierto es que las personas retratadas poco podían imaginar lo que se les venía encima por la irresponsabilidad y aires imperiales de grandeza de sus dirigentes.
EliminarNada sería ya, después de las dos guerras, igual a lo que estaban viviendo.
Abrazos, Alí!!
La estética y los tipos que aparecen en la fotografía de este alemán me recuerdan mucho a la película "La cinta blanca", sobre todo la imagen de los niños de pelo oxigenado y exagerados rasgos arios. Y me imagino que ellos protagonizarían las dos guerra mundiales que vivirían de adultos.
ResponderEliminarUn saludo
Hum! No he visto esa película.
EliminarAhora bien, no cabe duda que fueron ellos, los niños rubios y tez blanquísima, los que fueron a ambas guerras y sufrieron, y murieron, y volvieron a otra realidad peor que la que dejaron. ¡Qué disparate, las guerras!
Abrazos, Carmen!!
Es curioso lo bristish que resultan algunos de estos alemanes... mas aún pensando que poco después -o poco antes-, se iban a cascar de lo lindo en dos terribles guerras. Magnífica colección, como siempre.
ResponderEliminarEs que, no olvidemos que tienen las mismas raíces. De hecho tanto anglos como sajones eran pueblos germanos que se instalaron en las británicas islas.
EliminarEl que se cascaran entre primos no es raro. Aquí nos zurramos también y eso que eramos hermanos.
Abrazos, Charles!!