En los años cincuenta del pasado siglo, todavía en medio de la triste y pobre posguerra española urgía motorizar
a la población que demandaba algo más que una bicicleta.
Una de las soluciones para satisfacer dicha demanda fue la construcción de motores bajo licencia de The Villiers Engineering Company Ltd. fundándose en el año 1.951 en Barcelona La Empresa Hispano Villiers S.A.
Esta empresa fue proveedora de motores a muchas marcas de
motocicletas, motocarros y microcoches durante los años 50 y 60.
Entre las marcas de motos, encontramos a COFERSA y ROA en Madrid, CREMSA, HURACÁN y ROVENA en Barcelona, RMH en Valencia, ELIG en Elche, AMS en Málaga y la motocicleta que nos ocupa: SADRIÁN en Murcia.
A medida que aumentaba el pequeño poder adquisitivo de los
españoles de la clase media emergente y aparecían en el mercado pequeños
automóviles como el SEAT 600, las marcas de motocicletas fueron desapareciendo
poco a poco ante la falta de demanda.
Carmen Sevilla y el locutor de radio murciano Adolfo Fernández Aguilar.
La motocicleta Sadrián, seguramente la única marca
genuinamente murciana, estaba fabricada por la empresa Adrián Viudes e Hijos S.R.C.
Estaban equipadas con motores Hispano-Villiers de 125 y 200
cc con un chasis propio fabricado con tubo de acero estirado en frio y
reforzado en sus partes vitales por otro tubo concéntrico que multiplicaba por
cuatro su resistencia.
Frente a la fachada de la Catedral.
Federico Martín Bahamontes, El águila de Toledo, en la residencia de los Viudes de El Rollo.
Bahamontes con su creador, Adrián Luis Viudes.
Probando la motocicleta en el campo de fútbol Zarandona en el Barrio del Carmen.
Para las fotografías anteriores:
Autor: Tomás Lorente Abellán.
Murcia. Circa 1955.
Catálogo de Sadrián.
Fuente: La Maneta.
Fuente: La Maneta.
Carteles publicitarios de la marca.
El promotor y responsable de esta efímera aventura motociclista
fue Adrián Luis Viudes Romero, nacido el 24 de abril de 1908 en el seno de una acomodada
familia murciana.
Inició los estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad de Deusto, aunque finalmente se licenció en Derecho.
Fue uno de los pocos pilotos titulados en el Reino Unido para manejar el Autogiro de Juan de la Cierva.
Inició los estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad de Deusto, aunque finalmente se licenció en Derecho.
Fue uno de los pocos pilotos titulados en el Reino Unido para manejar el Autogiro de Juan de la Cierva.
Hombre inquieto, siempre será recordado por los inventos creados y llevados a la práctica en su residencia familiar y empresarial de El Rollo en el Barrio del Carmen de Murcia.
El más popular fue sin duda la motocicleta Sadrián, pero
también llegó a materializar el Selfis, una especia de tabla de surf con vela
antecedente de las actuales de Windsurf.
En 1955 inventó un microcoche, el
Trigiro, un automóvil provisto de tres ruedas con mecanismo de acoplamiento del
motor y dirección reversible que quedó sin culminar tras la aparición de otros
vehículos mejor acabados como el ya mencionado SEAT 600.
También desarrolló entre otros, la televisión Sadrián, un sistema de
freno de puertas, un dispositivo para abrir las fosas nasales y favorecer la
respiración y un eficaz embrague.
Adrián Luis Viudes Romero.
Plano del Barrio del Carmen con la ubicación donde estaban
la casa de los Viudes y el campo de fútbol Zarandona.
Una restaurada moto Sadrián con sidecar.
(Fotografía tomada de aquí)
Hombre, un sidecar! Qué recuerdos me trae usted hoy. Resulta que mi sobrina, que es casi tan excéntrica como yo, hace unos meses, justo el día de su boda, se presentó ante las puertas de la iglesia en un sidecar. Así, con un par de ovarios. Fue todo muy surrealista, porque había por allí bailando un grupo folklórico portugués y todos ellos corrieron a hacerse fotos con la novia y el sidecar. Y eso fue solo el comienzo. No sé a quién habrá salido esta chica. Menos mal que por lo menos tuvo a bien llevar un vestido de novia ad hoc en lugar de su traje de surf, o algo peor.
ResponderEliminarFeliz día, monsieur
Bisous
No la imaginaba yo una mujer excéntrica, madame. Pero la creo.
EliminarY me gusta la idea de acudir a casarse en una moto con sidecar. Bravo por su sobrina!
Lo de los portugueses fue ya de película. Jeje.
Abrazos!!
El no va más de la modernidad de los 50 y los 60. Tener una moto era conseguir la libertad. No hay más que ver, o mejor oír, una de las canciones emblemáticas de aquellos tiempos tan grises:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=SGcnTAbNKII
La motocicleta, de "Los Bravos".
Un saludo.
Era conseguir la libertad, ... y llegar antes al trabajo. Y sin cansarse, claro.
EliminarMe gusta la idea de poner banda sonora a las fotos. Gracias.
Qué pena que mi cultura musical sea tan escasa.
Abrazos, Cayetano!!
Que publicación tan interesante! No solo por las fotografías esta vez, también muy informativo el contenido, y excelentes los afiches publicitarios! Te envío un abrazo, Enrique!
ResponderEliminarEs una entrada muy localista, lo reconozco.
EliminarPero me rondaba la idea desde hacía mucho tiempo. Y al final, ha salido.
Abrazos, Patzy!!
Siempre son muy sorprendentes tus entradas. La de hoy, es fascinante… (con todo lo que me gustan a mí las antiguas motos… No es que alguna vez conduje alguna, sino que de niña, crecí junto a una gran moto e hicimos buena amistad).
ResponderEliminarMuy bien documentada e ilustrada tu historia de la SADRIÁN murciana! y también la interesante información sobre Adrián Luis Viudes Romero que para mí es nueva.
Además, recordando Murcia, aprovecho para dar un paseo virtual (con Google -Maps).
Saludos y abrazos desde el trópico!
Me alegro que haya sido de tu agrado. Y, ahora que lo comentas, sí que recuerdo una entrada tuya con una moto familiar, la rusa Izh (he ido a archivo, jejeje).
EliminarMurcia ha cambiado mucho, y no precisamente para bien. :(
Abrazos, Marga, desde la huerta murciana!!
¡Lucen muy bien las Sadrian! Viendo las primeras pensaba que iban a tener más cilindrada, tienen un aire muy clásico, a lo Norton.
ResponderEliminarCreo que es una entrada que has disfrutado y eso se nota ¡y se agradece!
Un abrazo, Enrique
La moto parecía más grande por la estatura de la piloto. Poco más de 1'60 medía Carmen. Y sí que eran muy agradables a la vista. Muy equilibradas.
EliminarTe tengo que dar la razón.
Pensamiento:[¡Jodío Xibeliuss, qué bien me conoce!]
Abrazos!!!
No tenía ni idea que que hubiera habido una moto murciana... Es chulísima!! Las chirigotas de Cádiz le cantaban a la alcaldesa Teófila hace unos años aquello de Teo, Teo, Teo, hasta el nombre tienes feo :D Las Sadrian son al revés, tienen bonito hasta el nombre. Que entrada más bonita Enrique :)
ResponderEliminarUn beso
Sí que es bonica, Adra. No me importaría tener una, desde luego. No hay muchas y además están repartidas por todo el territorio nacional. Eran motos para darles caña, se les apuraba la vida útil todo lo posible y así quedaron muchas: destrozadas.
EliminarAbrazos!!!
Hubo otro fabricante de motocicletas en Murcia que incluso construía su propio motor,fue D.Andrés chinchilla cerezo que bajo su marca ACHICE fabrico bastantes motocicletas y motocarros
ResponderEliminarHubo otro fabricante de motocicletas en Murcia que incluso construía su propio motor,fue D.Andrés chinchilla cerezo que bajo su marca ACHICE fabrico bastantes motocicletas y motocarros
ResponderEliminarYo tengo una pero en bastante mal estado. Si supiera que me es facil conseguir piezas o si alguien sabe donde conseguirlas quizas me lo planteaba. Me gustaria ponerla a andar. Sabéis si vale la pena? Ya que está sin cilindro ni pistón y muy muy oxidada.
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