[viene de Hannes Kilian. Fotografías en movimiento.]
Hannes Kilian es conocido sobre todo como fotógrafo de los grandes ballets por su especial sensibilidad para reflejar el movimiento en la imagen fija.
En su última época se centró en las artes visuales, la
literatura y el teatro, aunque fue en el ballet donde encontró el área de
trabajo donde se sentía más cómodo.
Se convirtió en el fotógrafo oficioso de la
Stuttgarter Ballettwunders con directores como John Cranko y sus sucesores y
estrellas internacionales de la danza como Márcia Haydée, Birgit Keil, Richard
Cragun y Egon Madsen.
Rudolf Nuréyev. 1962.
Ballet Apollon musagète de Stravinski. 1967.
Marcia Haydée. 1967.
1969.
También es reconocido por retratar con gran acierto tanto a
famosos de todos los campos como a personajes anónimos.
El legado de Hannes Kilian se encuentra desde 2001 en la
Haus der Geschichte Baden-Württemberg de Stuttgart.
Falleció el día 1 de diciembre de 1999 en Wäschenbeuren, Alemania.
Falleció el día 1 de diciembre de 1999 en Wäschenbeuren, Alemania.
Lionel Hampton. 1953.
Minero. 1965.
Erich Kästner. 1946.
Willi Baumeister con una máscara del ballet Liebeszauber. 1947.
Fritz Walter entrenando. 1949.
Gary Cooper. 1953.
Elisabeth Flickenschildt. 1955.
Thomas Mann. 1955.
Gina Lollobrigida. 1957.
Otto Dix con su nieta Bettina. 1961.
Carl Orff. circa 1960.
Carreras de caballos de Iffezheim. 1963.
Fábrica en Stuttgart. 1965.
1969.
1953.
Ende.
Tschüss!!
Muy buenas! Se ve que de la fotografía de ballet le quedó el tic del "clic en el instante justo"...fijate que después utilizó mucho eso del instante...de una carcajada, de un salto de basquebolista, de la boca abierta por la sorpresa...de un perrito como flotando! Je! Tenés una gran colección! Abrazos, Enrique.
ResponderEliminarEso es, Patzy. En el instante justo. Captando lo mejor del momento.
EliminarUn gran fotógrafo, desde luego.
Abrazos!!
Todos, bailarines o no, forman parte de ese gran ballet llamado mundo: Thomas Mann, Gary Cooper, Carl Orff, hasta el minero de la cara tiznada.
ResponderEliminarUn saludo.
Un gran ballet donde todos improvisamos, sí.
EliminarImprovisamos lo que nos dejan. Jejeje.
Me gusta la metáfora.
Abrazos, Cayetano!!
Las fotografías del ballet son asombrosas. Qué precisión a la hora de elegir el instante adecuado. Supongo que debe de llevar muchos años llegar a ese punto.
ResponderEliminarFeliz tarde de domingo
Bisous
Coincides con Patzy. Coincidimos.
EliminarEs el acierto en disparar en el momento adecuado lo que lo hace especial.
Todo un profesional.
Abrazos, madame!!
Jjejejeje Fantástico telón para acabar te has buscado, la foto del gato en la nieve. Muy buen fotógrafo, si señor: desde luego, tenía un don para apretar el botón en el momento justo.
ResponderEliminarAbrazos, Enrique
Buen fotógrafo, sin ninguna duda.
EliminarY, lo del gato,..jejeje. En esta ocasión la foto elegida no ha sido la primera como de costumbre. Efectivamente, hoy LA foto es la última.
Abrazos, Xibeliuss!!!
Que increíble sentido del ritmo, de la oportunidad, del momento... Y cuánta humanidad!!! Me gusta muchísimo. Gracias Enrique
ResponderEliminarY yo encantado de que te guste.
EliminarCuando lo descubrí, también le encontré algo especial a sus fotos.
Abrazos, Adra!!!
Muy, muy buenas fotos!!! Las de los espectáculos de ballet y otros, son increíbles… no solo por la captación del movimiento y la expresión facial en el momento exacto, sino también por el equilibrio perfecto entre luces y sombras.
ResponderEliminarGracias Enrique por presentarnos a Hannes Kilian y su obra!
Abrazos!!!
Sí, no solo es esa oportunidad para realizar la foto adecuada, es también todo lo demás: encuadre, iluminación,...
EliminarUn verdadero amante de la foto bien hecha.
Abrazos, Marga!!!
Buenísimas las fotografías dedicadas a los ballets y sus bailarines. En ellas demostraba su inspiración en la obra de artistas de otros ámbitos y soportes como Degás.
ResponderEliminarUn saludo
Las fotografías sobre el tema son abundantes. El ballet es, desde el punto de vista plástico, muy atractivo.
EliminarY Kilian disfrutaba con esas imágenes que solo la danza nos ofrece.
Además, trabajaba muy bien.
Abrazos, Carmen!!