Hoy se cumplen 121 años del nacimiento de una pionera de la
fotografía polaca: Zofia Chomętowska.
Perteneciente a la aristocrática familia de los príncipes Drucki-Lubecki, colaboró
con el semanario Świat (El Mundo) de Varsovia.
Poco conocida
internacionalmente, hoy se la asocia con fotografías de la Varsovia en ruinas
tras la Segunda Guerra Mundial y con la vasta colección de imágenes de su
Polesia natal.
Zofia Katarzyna Chomętowska nació el 8 de diciembre de
1902 en la Polesia polaca, fue la única hija de Bronisława (de soltera
Buchowiecki) y Feliks Drucki-Lubecki.
Quería ser pintora y, como muchas chicas de familias aristocráticas, tomó
lecciones de dibujo, pintura e historia del arte. Según algunos
familiares, su abuela, Jadwiga Radziwiłł, se opuso a que continuara
su carrera en este campo. A pesar de todo, Zofia consiguió su primera Kodak cuando tenía
unos 10 años. Era un regalo muy de moda entre las clases pudientes de la época.
Casi desde el principio, Chomętowska fotografió mucho y de forma constante,
sobre todo en la finca familiar de Parochońsk (actualmente en Bielorrusia).
Se
graduó en la escuela secundaria francesa de San Petersburgo.
La siguiente cámara de Zofia fue una Leica, una cámara de pequeño formato que
revolucionó la fotografía en aquel momento ya que permitía hacer una foto tras
otra sin tener que cambiar la película cada vez que se pulsaba el
obturador.
Se considera que el debut de Chomętowska fue en la Exposición Nacional General de Poznań en 1929 (aunque lo más probable es que
allí presentara una película, no fotografías).
Una de sus fotografías fue
publicada en “Leica” (una publicación colectiva polaca que alababa las ventajas
de la cámara), siendo la única mujer incluida.
En 1919 se casó con Władysław Czechowicz-Lachowicki, noble polaco de los
Ostoja. Tras la anulación de este matrimonio, volvió a casarse en 1929 con el
noble Jakub Chomętowski, del clan Lis, del que se divorció en 1939.
En 1931 recibió un premio en el concurso Kodak, lo que provocó el inicio de una serie de publicaciones de sus fotografías en dicha publicación. Dos
años más tarde publicó un artículo en la revista Świat titulado Fotografika, en el que escribió:
“Las reglas de la composición del dibujo en fotografía exigen que los
estudiantes estudien y trabajen tanto como lo hacen en cualquier otro arte
visual (...) ni una lente ni un pincel en manos de un profano pueden producir
por sí solos una obra de arte”. Estas palabras nos dan idea del academicismo de Zofia en sus inicios.
Gran parte de la fotografía de Chomętowska estaba en línea
con la tendencia pictórica y los patrones de la fotografía formulados en la
segunda mitad de los años 30 por Jan Bułhak, según los cuales las obras
fotográficas tenían como objetivo construir la imagen de una Polonia
ideal. Polesia, con sus pantanos salvajes, sus pintorescos remansos y su
naturaleza virgen, parecía haber sido creada perfectamente para esta tendencia.
Las fotografías de Polesia de Chomętowska aparecieron no sólo en revistas y
periódicos, sino también en materiales de propaganda sobre Polonia destinados a
extranjeros.
Zofia fotografió principalmente los alrededores de las propiedades de su familia: Porochońsk, Horodyszcze, Dobrosławka, Pińsk (el corazón de Polesia), Grodno, Poczajów y, en menor medida, Polesia-Volhynia.
A pesar de su origen aristocrático, tenía facilidad para mezclarse
con las comunidades locales y ser una observadora desinteresada de sus
costumbres. Fotografió cazadores, pescadores, mujeres haciendo la colada en el
lago, creando retratos de vidas reales, en lugar de imágenes idealizadas.
Uno de los temas favoritos de la autora incluía a las trabajadoras polacas,
sobre las cuales escribió: “En Polonia, la palanca de todo es... la
mujer. Desde el amanecer hasta altas horas de la noche, trabaja arduamente
en el campo y en la cabaña, siembra, desyerba, cosecha, cava patatas, hila,
lava, cocina, alimenta a su ganado y, mientras tanto, da a luz a sus hijos.”
Otro motivo igualmente frecuente es el agua, omnipresente en
Polonia, principalmente interactuando con las personas: campesinos pescando,
mujeres polacas lavando ropa en el río, cazadores sumergidos en el agua hasta
las rodillas.
Chomętowska estaba interesada en la naturaleza
principalmente en contacto con el hombre, o al menos en los rastros de su
presencia.
La parte más privada de la colección polaca son fotografías de familiares y amigos bañándose en el río, sentados en el porche de la casa o presentando trofeos de caza. Aquí también se puede ver la actitud de Chomętowska hacia la naturaleza, que aprendió conviviendo con el pueblo rural polaco.
en la calle Marszałkowska. 1945
los escombros de la plaza Trzech Krzyży.
En la segunda mitad de los años 30, Chomętowska se mudó de
su finca en Polesia a Varsovia y comenzó a ganarse la vida con la
fotografía. Trabajó como fotógrafa para el Ministerio de Comunicación,
dirigió su propio salón de fotografía y fue directora artística de la publicación
mensual Kobiety w Pracy (Mujeres en el trabajo).
A pesar de la creciente colección de fotografías de Varsovia y de los
interiores de palacios, Zofia mostraba principalmente fotografías de Polesia tanto en exposiciones
individuales como conjuntas (incluso con Jan Bułhak).
A finales de la años 30 ganó el concurso para convertirse
en la fotógrafa oficial del Ministerio de Comunicación, trabajo que implicaba
realizar fotografías con vistas a popularizar la belleza de la cultura y
naturaleza polacas, que iban destinadas a los interiores de vagones de
ferrocarril.
En 1937, fue aceptada como miembro del
Fotoclub polaco. En los años 1938-1939 fue miembro del Fotoclub de Varsovia y
fue miembro también de la Sociedad Polaca de Fotografía, llegando a ser elegida
miembro del Consejo de dicha sociedad.
Sus fotografías fueron publicadas, entre
otros, por el semanario Świat y sus fotografías se exhibieron en
numerosas exposiciones en Polonia y en el extranjero.
Chomętowska pasó la ocupación y la liberación de Varsovia en
la misma capital. Después del levantamiento, de camino al campo de
Pruszków, se llevó cientos de negativos de la colección Polesia en lugar de
comida.
El alcalde de Varsovia, Stefan Starzynski, como parte del proyecto “Warszawa
wczoraj, dzis i jutro” (Varsovia ayer, hoy y mañana) que se presentó al finalizar
la Segunda Guerra Mundial, le encargó una serie de fotografías sobre los
elementos de la capital que necesitaban ser reformados, tales como las casas de
madera del distrito de Wola, los almacenes o los depósitos de basura.
Junto con Tadeusz Przywkowski, fueron los dos fotógrafos con más obras expuestas en la exposición Varsovia Acusa (1945), la primera exposición fotográfica polaca de la posguerra presentada en el Museo Nacional de Varsovia y que más tarde fue expuesta en otras ciudades polacas y en el extranjero. Zofia viajó por Europa acompañando esta exposición.
En 1946, emigró al Reino Unido mientras las tropas
soviéticas ocupaban su país y antes de la creación de la República Popular
Polaca y contrajo un matrimonio de conveniencia con el aristócrata inglés Robin
F. Barclay.
Más tarde permaneció algunos meses en Francia e Italia para, en 1948,
trasladarse definitivamente a Argentina con sus hijos, su hermana, su sobrino y
un coche Mercedes; aunque su mayor pasión fue siempre la fotografía, a Chomętowska le fascinaban los coches.
El Correo Fotográfico Sudamericano la incluyó en su lista de
excelentes profesionales recién llegados.
Nunca abandonó la profesión, aunque su trabajo nunca fue tan
prolífico como en Polonia. Para mantener a su familia, creó un
estudio donde imprimía sobre plástico, vidrio y porcelana.
Si bien sus
fotografías conservadas en archivos incluyen las de acontecimientos políticos
oficiales, predominan las de su propia familia y las de inmigrantes
vecinos. Entre otros, se encuentran los hijos de Róża
Chłapowska, quien más tarde se casó con Karol Orłowski y se
convirtió en una figura influyente en la comunidad polaca de Argentina.
Zofia donó los negativos del Levantamiento de Varsovia al Museo de Varsovia. Después de la guerra, el Museo recibió unos 5.000 negativos del período 1923-1939 y 1945-1947.
En 1971 volvió a Varsovia de visita y murió en Buenos Aires el 20 de mayo de 1991 a los 88 años de edad.
Durante muchos años, el archivo fotográfico estuvo disperso
y gran parte de él se desconocía. Algunos fueron sacados de la capital
después del levantamiento de Varsovia, otros se quedaron en el sótano de una
casa en la calle Mokotowska.
Años más tarde, la colección fue encontrada en Buenos Aires. Cuando la
Fundación para la Arqueología de la Fotografía comenzó a trabajar en el
análisis del archivo en 2008, resultó que la escala y el valor de la colección
Polesia era mayor de lo que imaginaban.
Finalmente todos sus negativos han sido trasladados a Polonia.
Fuente: Wikipedia.
Gracias por acercarnos a la obra de esta gran pionera de la fotografía.
ResponderEliminarGracias a ti por la visita, Ildefonso.
EliminarMe gusta presentar fotógrafos no conocidos de vez en cuando.
Saludos.
Se paseó por todos los estratos de la sociedad y en un momento histórico
ResponderEliminarSí, tuvo la suerte o la desgracia de vivir momentos cruciales para la Polonia de la época.
EliminarUn abrazo, Alí.