El 3 de noviembre de 1903 nació el fotógrafo y fotoperiodista estadounidense Walker Evans, conocido principalmente por sus imágenes cotidianas de la Gran depresión de 1930.
Un fotógrafo que me gusta especialmente, por lo que en este blog ya han aparecido fotografías suyas aquí y aquí.
Evans nació en Saint Louis (Missouri), en una familia
de clase media: su padre era empleado en una agencia publicitaria. Pasó su
juventud en varias ciudades del este de Estados Unidos,
como Toledo, Chicago y Nueva York.
Tras graduarse en literatura en la Phillips Academy en Andover
(Massachusets), estudió literatura francesa durante un año en el Williams
College entre 1922 y 1923.
Más tarde abandonó los estudios pero continuó su interés por la literatura de
tal forma que su primera ambición fue ser escritor.
Durante un tiempo trabajó como auxiliar nocturno en la sala de mapas de la
biblioteca pública de la ciudad de Nueva York hasta que su inquietud
literaria le llevó a soñar con el peregrinaje obligado de todo intelectual en
la década de 1920: vivir en París.
En 1926 se inscribió en La Sorbona para proseguir con sus estudios en
materia de literatura e idiomas con el propósito de convertirse en escritor.
En 1928, mientras vivía en Ossining, Nueva York, se interesó
por el mundo de la fotografía como medio para captar la realidad cotidiana por
sus similitudes con la poesía. Se inspiraba en fotógrafos como EugèneAtget y August Sander.
Al principio utilizaba una cámara de 6x12 que sustituyó al poco tiempo por una de 15x20 con la que recorrió algunas ciudades de Estados Unidos junto al intelectual y
mecenas Lincoln Kirstein; el novelista John Cheever y el
poeta Hart Crane también fueron parte del grupo de artistas y
escritores con quienes convivió en Nueva York.
De 1927 a 1929, trabajó como oficinista en una firma comisionista de bolsa
en Wall Street.
En 1930, publicó tres fotografías (Puente de Brooklyn) en el libro de poesía de su amigo Hart Crane titulado El puente y un año después fue el propio Kirstein quien le encargó una serie de fotografías de casas victorianas en el área de Boston.
Evans pasó los meses de mayo y junio de 1933 en Cuba, donde
llevó a cabo una serie de fotografías que sirvieron para ilustrar la obra El crimen de Cuba, un libro del periodista Carleton Beals en el que se denunciaba la situación de la isla durante el mandato
de Gerardo Machado y Morales.
Durante su tiempo en Cuba se reunía a beber cada noche con ErnestHemingway, con quien formó tal amistad que llegó a prestarle dinero para
alargar su estancia unas semanas. A través de sus fotografías documentó la vida
callejera, la presencia policial, limosneros y estibadores en condiciones deplorables
y escenas costeras.
También ayudó a Hemingway a adquirir fotografías de archivos periodísticos que
documentaban la violencia política que después describirá en su libro, Tener y no tener (1937).
Durante el año 1935, a mediados de la Gran Depresión, Evans realizó trabajos fotográficos para las nuevas agencias gubernamentales en Estados Unidos. Comenzó con un proyecto de dos meses en los estados de Virginia Occidental y Pensilvania para la Resettlement Administration(RA), la agencia para la reubicación de personas sin vivienda en comunidades planificadas por el gobierno y continuó trabajando para la Farm SecurityAdministration (FSA), la agencia sucesora de la RA y que tenía como objetivo combatir la pobreza en las zonas rurales del país, especialmente en los estados del sur.
En el verano de 1936, aún trabajando para la agencia, él y
el escritor James Agee fueron asignados al Condado de
Hale en Alabama para realizar un proyecto, que no llegó a
publicarse, para la revista Fortune.
Pero en 1941, tanto las fotografías de Evans como el texto de Agee detallando la estancia que compartieron con tres familias blancas del sur de Alabama durante la Gran
Depresión, se publicaron en el libro Let
Us Now Praise Famous Men (Elogiemos ahora a hombres famosos).
Su
relato detallado de estas tres familias de agricultores pinta un retrato
profundamente conmovedor de la pobreza rural. No obstante, la
crítica Janet Malcolm señala que existía una contradicción, una
especie de angustiosa disonancia entre la prosa de Agee y la belleza tranquila
y magistral de las fotografías de los aparceros de Evans.
Así, las
fotografías de Evans de las tres familias encabezadas por Bud Fields, Floyd
Burroughs y Frank Tingle, se convirtieron en íconos de la miseria y la pobreza
de la era de la Depresión.
Evans continuó trabajando para la agencia gubernamental FSA
hasta 1938, año en que se presentó la exposición Walker Evans: American Photographs en el Museum of Modern Art
(MoMA), la primera exposición monográfica sobre fotos arquitectónicas y la
primera dedicada al trabajo de un solo fotógrafo.
Ese mismo año, Evans tomó sus primeras fotografías en el metro de Nueva York
con una cámara que ocultaba en su abrigo. Se publicaron hasta 1966 en su
libro, Many are Called (Muchos
son llamados).
En los años 1938 y 1939, Evans fue mentor de la reconocida fotógrafa HelenLevitt.
Evans, como muchos otros fotógrafos, incluyendo a Henri
Cartier-Bresson, raramente pasaba tiempo en el cuarto oscuro revelando
fotografías de sus negativos, en realidad solo supervisaba el proceso en la
mayoría de los casos, a veces anotando indicaciones en los mismos negativos.
En 1940, obtuvo una beca de la Fundación John Simon Guggenheim.
Fue sin duda alguna un gran lector y escritor. En 1945, se incorporó como
escritor en la revista Time y poco tiempo después, se convirtió en editor
para la revista Fortune permaneciendo allí hasta 1965.
Entre 1945 y 1965, como editor de Fortune, llevó a cabo ensayos fotográficos
sobre diferentes temas; entre ellos, las fotografías ya citadas sobre el metro
de Nueva York, ciudades fantasmas del oeste americano e iglesias antiguas.
Desde 1965 hasta su muerte ejerció como profesor de fotografía en la escuela de
arte de la Universidad de Yale, donde logró obtener una cátedra.
Uno de sus últimos proyectos, publicado en 1968, fue una colección de fotos en
blanco y negro de uno de los bancos privados más antiguos de EE.UU., el Brown
Brothers Harriman & Co.
La primera retrospectiva definitiva de su obra se presentó
en el MoMA en Nueva York a principios de 1971.
Tal como expresa el comunicado de prensa emitido por el museo: "Individualmente
sus fotografías evocan una particularidad indiscutible de un cierto lugar, pero de
manera colectiva evocan el sentido de lo que son los Estados Unidos".
Evans murió en su casa de New Haven, Connecticut el 10 de abril de 1975 a causa de una hemorragia cerebral.
Su obra fue adquirida por el Museo Metropolitano de
Arte en 1994, cuando los propietarios de su obra entregaron sus
participaciones. Todos los derechos corresponden, por lo tanto, al MET
excepto las fotos que realizó para la Resettlement Administration y la Farm
Security Administration, unos 1000 negativos, que conserva la Biblioteca
del Congreso.
En el año 2000, Evans fue reconocido como parte del St. Louis Walk of Fame (El paseo de la fama de San Luis).
Qué fotos tan bellas y a la vez tan crudas. Gracias mi hermano. Acabo de guardar la dela iglesita en Carolina del Sur, la puedo usar en las entradas acerca de gospel
ResponderEliminarHola, Alí.
EliminarPrecisamente eso que comentas es lo que caracteriza a Evans. Fue capaz de encontrar belleza en un momento verdaderamente trágico para tantas familias.
Me alegro que te sea útil la fotografía de la iglesia.
Un abrazo.