Hoy, 19 de octubre, nació el fotógrafo noruego Johan Brun,
muy conocido en los países nórdicos, sobre todo por sus fotos deportivas para
prensa.
Trabajó para el periódico noruego Dagbladet desde 1948 hasta su jubilación en
1989.
Johan nació en una granja en Uvdal, Numedal el 19 de
octubre de 1922. El abuelo, Johan Brun, era médico, dentista e
investigador y estaba interesado en la fotografía, por lo que se había
comprado una cámara de formato medio y tenía los medios para revelar
fotografías.
Su padre, Henrik Brun, era capitán del ejército y bastante creativo: caminó
desde Trondheim a Oslo, equipado con una camiseta sanitaria y un trineo de
esquí, ambas cosas inventadas por él.
Creció como un granjero aunque tanto el padre como el abuelo
pensaban en otras cosas además de la agricultura. Tenían a la familia real
como clientes y, aunque no eran ricos, estaban en muy buena situación
económica.
Johan heredó el espíritu de su abuelo y de su padre, de forma que todo objeto
mecánico que se compraba lo modificaba y mejoraba, ya fuese un coche o una
cámara fotográfica.
Asistió a una escuela secundaria privada en Rødberg entre
1938 y 1940 y asistió a una escuela agrícola en 1942-43. En 1946 se
convirtió en asistente del escultor Ørnulf Bast.
Después de la etapa de la granja familiar, comenzó a
trabajar como fotógrafo a la edad de 26 años en Dagbladet, uno de los dos periódicos
más importantes de Noruega en aquella época.
Con películas lentas y equipos poco desarrollados, ser
fotógrafo era exigente y, sobre todo, para un fotógrafo de deportes. Pero Johan
siempre supo qué hacer y construyó sus propios aparatos auxiliares o adaptó los
equipos existentes. "Era un inventor en su campo", dice el periodista Halvor
Elvik, colega durante mucho tiempo en Dagbladet.
Brun se hizo famoso por una foto con flash que desencadenó la media hora más dramática de todos los tiempos en un estadio deportivo noruego.
Corría el año 1951, el héroe popular Hjalmar Andersen había ganado las tres primeras distancias del Campeonato de Europa de patinaje ante 25.000 espectadores en el estadio Bislett donde iba a terminar con unos honorables 10.000 metros entre el rugido de júbilo por recoger la corona de laurel.
Johan Brun había colocado su nuevo flash en un poste para captar la expresión del rostro de Hjallis en la curva.
El rey Haakon y el público vieron por primera vez el destello de luz y un momento después vieron al héroe patinador tirado en el hielo.
Hjallis se levantó y volvió a intentarlo, pero no llegó muy lejos. Un patín estaba roto.
Se produce un gran revuelo y Johan corrió a Dagbladet para revelar la película y ver si fue culpa del flash que se cayera. El público, con el rey Haakon presente esperó pacientemente, y cuando Johan regresó con las fotografías, se decidió que se le permitiría dar vueltas nuevamente, lo que generó grandes protestas. Hjallis lideraba el campeonato antes de esto y no tenía que recorrer 10.000 metros muy rápido, pero ya llevaba 7.000 metros en sus piernas. Llegó solo hasta el final, consiguió el mejor tiempo y se proclamó campeón de Europa.
Hay que tener en cuenta que en aquel entonces, el campeonato de patinaje sobre hielo era tan importante como cuando Noruega venció a Brasil en el Mundial de fúbol de 1998.
Se había colocado un flash sobre un soporte improvisado,
algo poco común en aquella época, y para disparar el flash a cierta distancia
tenía que utilizar un cable largo que no siempre funcionaba bien.
A pesar de esta dramática experiencia, Johan siguió fabricando y mejorando los
equipos fotográficos para usar tanto en el exterior como para el cuarto de
revelado resolviendo muchos pequeños problemas.
Lo más destacable es que siempre compartió generosamente sus avances con el
resto de fotógrafos.
De hecho su colega Elvik destaca lo maravilloso que fue
trabajar con Johan: “Todos los que trabajaron con él le tenían cariño. Fue
un colega fantástico, un súper fotógrafo y profesional. Tenía cualidades
humanas que lo hacían agradable y un hombre muy sabio”.
Johan no sólo trabajó con la fotografía. Se involucró también
en la maquetación del periódico, en cómo debían presentarse las
fotografías. También experimentó con la fotografía de tal manera que quedara
de manera óptima en la impresión de periódico.
Johan Brun se caracterizó por tener suerte, por estar siempre en el lugar indicado
en el momento indicado, aunque es cierto que la suerte suele venir acompañada
de talento, trabajo duro y buena preparación.
Durante los Juegos Olímpicos de Oslo en 1952, debía fotografiar el slalom
gigante masculino. La esperanza del oro de Noruega, Stein Eriksen, correría
justo antes de que Dagbladet fuera impreso y descubrieron que era teóricamente
posible fotografiarlo usando el nuevo invento del teleobjetivo, tener un cuarto
oscuro al pie de la colina y enviar la imagen a los editores.
Johan logró capturar el momento con una única foto, se trasladó rápidamente colina
abajo donde el asistente estaba listo en el cuarto oscuro; siete minutos más
tarde la foto estaba terminada y enviada al diario. Esta foto no solo se
convirtió en una de las más famosas que tomó Johan, sino que probablemente
también estableció un nuevo récord en el tiempo que se necesitaba desde que se
toma una foto en el lugar hasta que los editores la tienen lista para el
periódico del día.
Después de la carrera, Stein Eriksen entabló conversación con la ganadora de
oro, Andrea Mead Lawrence, y Johan los fotografió. Al fondo podemos ver a
otro fotógrafo con un cigarrillo en la comisura de la boca. Una vez revelada
la imagen, Johan descubrió que se trataba nada menos que de Robert Capa, que
estaba allí para cubrir a Lawrence y que esperaba su turno mientras Johan
terminaba.
En 1954 tuvo la oportunidad de acompañar a Richard Pape en un viaje por
carretera a bordo de un Austin A90 Westminster desde el Cabo Norte hasta el
Cabo de Buena Esperanza. Esto también fue realmente una coincidencia, porque
el asistente enfermó y Pape se puso en contacto con el periódico para averiguar
si había alguien que supiera algo sobre automóviles y quisiera unirse.
Johan fue enviado a otras misiones además de los
deportes. En junio de 1964, fue fotógrafo en el concierto inaugural de la
primera gira mundial de los Beatles en Copenhague y también estuvo en las
ceremonias del Premio Nobel.
Durante los Juegos Olímpicos de Squaw Valley en 1960, fue el
único fotógrafo de prensa escandinavo.
Más tarde tuvo una breve licencia de Dagbladet y trabajó para
Billedjournalen.
Brun fue uno de los primeros en recurrir a la AFP (Plan de
Pensiones de las empresas noruegas) en los años 80 y, por tanto, dejó de
trabajar como fotógrafo en Dagbladet. Esto no significó que dejara de ser
fotógrafo ya que continuó con proyectos apasionantes. Entre otros trabajos,
fue jefe de prensa de los Juegos Olímpicos de Lillehammer donde se le encomendó
la tarea de averiguar dónde debían situarse los fotógrafos,
Brun realizó varias exposiciones y publicó varios
libros. En 2003 publicó un libro por encargo de la
Administración de Carreteras de Noruega . Ya jubilado se dedicó a la
fotografía de paisajes. También participó en el registro de fotografías
antiguas en Buskerud .
El trabajo que realizó Johan Brun es ya un hito en la
historia de la fotografía noruega, la historia de la fotografía de prensa y la
historia de la fotografía deportiva.
Brun vivía en Lier, a 45 kilómetros de Oslo y falleció el
27 de abril de 2021 con 98 años de edad.
De verdad que cubrió muchos aspectos de la vida europea
ResponderEliminarPodríamos decir que fue testigo de importantes acontecimientos que retrató con gran pericia. Su trabajo lo realizó básicamente en el norte de Europa.
EliminarUn abrazo, Alí.
Si tanta técnica como hay ahora y con esas cámaras antiguas, tiene bastante mérito sus grandes trabajos fotográficos.
ResponderEliminarMuy buen reportaje.
Es cierto, en aquellos años carecían de algunos elementos que hoy vemos imprescindibles en nuestras cámaras. Pero él era un artesano de la fotografía y no cesó de buscar soluciones a los problemas que le surgían.
EliminarUn afectuoso saludo y gracias por la visita a este blog.
¡Hasta pronto!
Enrique.