viernes, 8 de diciembre de 2023

Fotógrafa de la semana: ZOFIA CHOMĘTOWSKA

Hoy se cumplen 121 años del nacimiento de una pionera de la fotografía polaca: Zofia Chomętowska.
Perteneciente a la aristocrática familia de los príncipes Drucki-Lubecki, colaboró con el semanario Świat (El Mundo) de Varsovia.
Poco conocida internacionalmente, hoy se la asocia con fotografías de la Varsovia en ruinas tras la Segunda Guerra Mundial y con la vasta colección de imágenes de su Polesia natal.

Zofia Katarzyna Chomętowska nació el 8 de diciembre de 1902 en la Polesia polaca, fue la única hija de Bronisława (de soltera Buchowiecki) y Feliks Drucki-Lubecki.
Quería ser pintora y, como muchas chicas de familias aristocráticas, tomó lecciones de dibujo, pintura e historia del arte. Según algunos familiares, su abuela, Jadwiga Radziwiłł, se opuso a que continuara su carrera en este campo. 
A pesar de todo, Zofia consiguió su primera Kodak cuando tenía unos 10 años. Era un regalo muy de moda entre las clases pudientes de la época.

Casi desde el principio, Chomętowska fotografió mucho y de forma constante, sobre todo en la finca familiar de Parochońsk (actualmente en Bielorrusia).
Se graduó en la escuela secundaria francesa de San Petersburgo.
La siguiente cámara de Zofia fue una Leica, una cámara de pequeño formato que revolucionó la fotografía en aquel momento ya que permitía hacer una foto tras otra sin tener que cambiar la película cada vez que se pulsaba el obturador.
Se considera que el debut de Chomętowska fue en la Exposición Nacional General de Poznań en 1929 (aunque lo más probable es que allí presentara una película, no fotografías).
Una de sus fotografías fue publicada en “Leica” (una publicación colectiva polaca que alababa las ventajas de la cámara), siendo la única mujer incluida.

En 1919 se casó con Władysław Czechowicz-Lachowicki, noble polaco de los Ostoja. Tras la anulación de este matrimonio, volvió a casarse en 1929 con el noble Jakub Chomętowski, del clan Lis, del que se divorció en 1939.













En el pueblo de Bogdanówka. 1932








En 1931 recibió un premio en el concurso Kodak, lo que provocó el inicio de una serie de publicaciones de sus fotografías en dicha publicación. Dos años más tarde publicó un artículo en la revista Świat titulado Fotografika, en el que escribió:
“Las reglas de la composición del dibujo en fotografía exigen que los estudiantes estudien y trabajen tanto como lo hacen en cualquier otro arte visual (...) ni una lente ni un pincel en manos de un profano pueden producir por sí solos una obra de arte”. Estas palabras nos dan idea del academicismo de Zofia en sus inicios.

Gran parte de la fotografía de Chomętowska estaba en línea con la tendencia pictórica y los patrones de la fotografía formulados en la segunda mitad de los años 30 por Jan Bułhak, según los cuales las obras fotográficas tenían como objetivo construir la imagen de una Polonia ideal. Polesia, con sus pantanos salvajes, sus pintorescos remansos y su naturaleza virgen, parecía haber sido creada perfectamente para esta tendencia.
Las fotografías de Polesia de Chomętowska aparecieron no sólo en revistas y periódicos, sino también en materiales de propaganda sobre Polonia destinados a extranjeros. 

Zofia fotografió principalmente los alrededores de las propiedades de su familia: Porochońsk, Horodyszcze, Dobrosławka, Pińsk (el corazón de Polesia), Grodno, Poczajów y, en menor medida, Polesia-Volhynia.

A pesar de su origen aristocrático, tenía facilidad para mezclarse con las comunidades locales y ser una observadora desinteresada de sus costumbres. Fotografió cazadores, pescadores, mujeres haciendo la colada en el lago, creando retratos de vidas reales, en lugar de imágenes idealizadas.
Uno de los temas favoritos de la autora incluía a las trabajadoras polacas, sobre las cuales escribió: “En Polonia, la palanca de todo es... la mujer. Desde el amanecer hasta altas horas de la noche, trabaja arduamente en el campo y en la cabaña, siembra, desyerba, cosecha, cava patatas, hila, lava, cocina, alimenta a su ganado y, mientras tanto, da a luz a sus hijos.” 

Otro motivo igualmente frecuente es el agua, omnipresente en Polonia, principalmente interactuando con las personas: campesinos pescando, mujeres polacas lavando ropa en el río, cazadores sumergidos en el agua hasta las rodillas.
Chomętowska estaba interesada en la naturaleza principalmente en contacto con el hombre, o al menos en los rastros de su presencia. 

La parte más privada de la colección polaca son fotografías de familiares y amigos bañándose en el río, sentados en el porche de la casa o presentando trofeos de caza. Aquí también se puede ver la actitud de Chomętowska hacia la naturaleza, que aprendió conviviendo con el pueblo rural polaco.

Retorno de los varsovianos a su ciudad en ruinas.





Ruina de la Estación Principal de ferrocarril. 1939









Taller de reparación de bicicletas.

Tienda de fotografía construida en un tranvía averiado
en la calle Marszałkowska. 1945

Café de Zofia Potocka, un cobertizo entre
los escombros de la plaza Trzech Krzyży. 

El tramo de Świętojerska a Franciszkańska.

Casas pobres en la calle Wolska.

La inundación del Vístula vista desde el bulevar Gdansk. 1938

En la segunda mitad de los años 30, Chomętowska se mudó de su finca en Polesia a Varsovia y comenzó a ganarse la vida con la fotografía. Trabajó como fotógrafa para el Ministerio de Comunicación, dirigió su propio salón de fotografía y fue directora artística de la publicación mensual Kobiety w Pracy (Mujeres en el trabajo). 

A pesar de la creciente colección de fotografías de Varsovia y de los interiores de palacios, Zofia mostraba 
principalmente fotografías de Polesia tanto en exposiciones individuales como conjuntas (incluso con Jan Bułhak).

A finales de la años 30 ganó el concurso para convertirse en la fotógrafa oficial del Ministerio de Comunicación, trabajo que implicaba realizar fotografías con vistas a popularizar la belleza de la cultura y naturaleza polacas, que iban destinadas a los interiores de vagones de ferrocarril.
En 1937, fue aceptada como miembro del Fotoclub polaco. En los años 1938-1939 fue miembro del Fotoclub de Varsovia y fue miembro también de la Sociedad Polaca de Fotografía, llegando a ser elegida miembro del Consejo de dicha sociedad.
Sus fotografías fueron publicadas, entre otros, por el semanario Świat y sus fotografías se exhibieron en numerosas exposiciones en Polonia y en el extranjero.

Chomętowska pasó la ocupación y la liberación de Varsovia en la misma capital. Después del levantamiento, de camino al campo de Pruszków, se llevó cientos de negativos de la colección Polesia en lugar de comida.

El alcalde de Varsovia, Stefan Starzynski, como parte del proyecto “Warszawa wczoraj, dzis i jutro” (Varsovia ayer, hoy y mañana) que se presentó al finalizar la Segunda Guerra Mundial, le encargó una serie de fotografías sobre los elementos de la capital que necesitaban ser reformados, tales como las casas de madera del distrito de Wola, los almacenes o los depósitos de basura. ​

Junto con Tadeusz Przywkowski, fueron los dos fotógrafos con más obras expuestas en la exposición Varsovia Acusa (1945), la primera exposición fotográfica polaca de la posguerra presentada en el Museo Nacional de Varsovia y que más tarde fue expuesta en otras ciudades polacas y en el extranjero. Zofia viajó por Europa acompañando esta exposición.


En el palacio del príncipe Józef.

Palacio Tyszkiewicz-Potocki.
















En 1946, emigró al Reino Unido mientras las tropas soviéticas ocupaban su país y antes de la creación de la República Popular Polaca y contrajo un matrimonio de conveniencia con el aristócrata inglés Robin F. Barclay.
Más tarde permaneció algunos meses en Francia e Italia para, en 1948, trasladarse definitivamente a Argentina con sus hijos, su hermana, su sobrino y un coche Mercedes; aunque su mayor pasión fue siempre la fotografía, a Chomętowska le fascinaban los coches.
El Correo Fotográfico Sudamericano la incluyó en su lista de excelentes profesionales recién llegados.

Nunca abandonó la profesión, aunque su trabajo nunca fue tan prolífico como en Polonia. Para mantener a su familia, creó un estudio donde imprimía sobre plástico, vidrio y porcelana.
Si bien sus fotografías conservadas en archivos incluyen las de acontecimientos políticos oficiales, predominan las de su propia familia y las de inmigrantes vecinos. Entre otros, se encuentran los hijos de Róża Chłapowska, quien más tarde se casó con Karol Orłowski y se convirtió en una figura influyente en la comunidad polaca de Argentina.

Zofia donó los negativos del Levantamiento de Varsovia al Museo de Varsovia. Después de la guerra, el Museo recibió unos 5.000 negativos del período 1923-1939 y 1945-1947.

​En 1971 volvió a Varsovia de visita y murió en Buenos Aires el 20 de mayo de 1991 a los 88 años de edad.

Durante muchos años, el archivo fotográfico estuvo disperso y gran parte de él se desconocía. Algunos fueron sacados de la capital después del levantamiento de Varsovia, otros se quedaron en el sótano de una casa en la calle Mokotowska.
Años más tarde, la colección fue encontrada en Buenos Aires. Cuando la Fundación para la Arqueología de la Fotografía comenzó a trabajar en el análisis del archivo en 2008, resultó que la escala y el valor de la colección Polesia era mayor de lo que imaginaban.
Finalmente todos sus negativos han sido trasladados a Polonia.



Jakub Chomętowski en el lago Cholcza. Mayo de 1931

Zofia Chomętowska con su cámara Leica. 1933


Fuente: Wikipedia.





4 comentarios:

  1. Gracias por acercarnos a la obra de esta gran pionera de la fotografía.

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    1. Gracias a ti por la visita, Ildefonso.
      Me gusta presentar fotógrafos no conocidos de vez en cuando.
      Saludos.

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  2. Se paseó por todos los estratos de la sociedad y en un momento histórico

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    1. Sí, tuvo la suerte o la desgracia de vivir momentos cruciales para la Polonia de la época.
      Un abrazo, Alí.

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