El cine, la moda, el deporte,...en fin, una sociedad que se divierte.
Fotos frívolas muchas de ellas pero con una calidad y visión fotográfica que hicieron merecedora a Martha del reconocimiento de su trabajo por parte de sus colegas.
Cathy O'Donnell, actriz. 1945.
Gafas de espejo. 1945.
Gafas de espejo. 1945.
Martha Holmes Waxman nació el siete de febrero de 1923 en Louisville, Kentucky y desde muy joven empezó a interesarse por la fotografía.
Estudió Arte en la Universidad de Louisville y en el Speed Art Museum.
Fue contratada por el Louisville Courier Journal como ayudante de laboratorio fotográfico. Pronto empezó a trabajar como fotoperiodista a prueba y, cuando muchos de los fotógrafos masculinos fueron llamados a filas con motivo de la Segunda Guerra Mundial, la hicieron fija.
Algún fotógrafo de la prestigiosa revista LIFE vio su trabajo, la recomendó y con 21 años Martha fue contratada por dicha revista convirtiéndose en una de las cinco mujeres fotógrafas de LIFE en sus años de gloria como la editorial más popular en Estados Unidos.
Martha afirmaba que trabajando para LIFE aprendió algo muy importante para su trabajo posterior. En la revista decían: "Los carretes de fotos son baratos. Úsalos. Dispara, dispara, dispara."
Gene Tierney en Que el cielo la juzgue (Leave Her to Heaven) de John M. Stahl. 1945.
Natalie Wood ayuda a su madre Mrs. Nick Gurdin. 1945.
Salvador Dalí y su mujer Gala.1945.
Dalí y Gala en el jardín. 1945.
Según palabras de Bobby Burrows, directora de fotografía de Life Books y editora de la revista durante 40 años: "Tenía un talento especial para extraer lo mejor de las personas. Conseguía establecer un ambiente íntimo y seguro con las personas que fotografiaba. Ellos sentían que estaban en buenas manos."
Clase de gimnasia femenina del Hoover High School en San Diego, California.1946.
Duncan Richardson de tres años, niño prodigio en natación. Los Angeles. 1946.
El obispo Arthur B. Kinsolving bautizando al aire libre en el Gran Cañón. 1946.
Fanny Brice en el programa radiofónico The Baby Snooks Show. 1946.
Gary Cooper y Lilli Palmer en Clandestino y caballero (Cloak and Dagger) de Fritz Lang. 1946.
James Stewart juega con la nieve artificial durante el rodaje de ¡Qué bello es vivir! (It's A Wonderful Life) de Frank Capra. 1946.
La actriz Buff Cobb se despereza. 1946.
Ben Hogan golfista estadounidense. 1947.
Ben Hogan en Arizona. 1947.
Danny Kaye, June Havoc, Humphrey Bogart y su mujer Lauren Bacall durante una de las sesiones del Comité de Actividades Antiamericanas. 1947.
Esta imagen de los actores en el Comité de Actividades Antiamericanas es una de las fotos más conocida y reproducida de
Martha. En una ocasión su yerno le indicó que esa imagen era un reflejo de su
punto de vista político, a lo que ella respondió: “ No, yo solo vi que Bogey
estaba molesto, enfadado, y disparé.”
Howard Hughes testifica durante una sesión de la Comisión Investigadora de Guerra del Senado de EEUU. 1947.
Joan Fontaine con Richard Ney en Abismos (Ivy) de Sam Wood. 1947.
Joanne Dru actriz descubierta por Howard Hawks. 1947.
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Mme. Tryphosa Bates-Batcheller (izda) y la señora de Oscar Ivanissevich llegando a una noche de estreno en el Metropolitan Opera de Nueva York. 1947.
De la serie Richmond chairs. 1947.
Para todas las fotografías:
Autora: Martha Holmes.
E.E.U.U. 1945-1947.
Autora: Martha Holmes.
E.E.U.U. 1945-1947.
[sigue en Martha Holmes: USA en positivo-II]
Una buena fotografía saca del retratado toda su esencia, todo lo bueno y todo lo malo. Las fotos de Dalí con su musa manipuladora lo dicen todo. Por cierto que la escalera de "Leave Her to Heaven", desde un punto de vista del arte de la tapicería, es de juzgado de guardia. Estos chicos del atrezo se ve que contaban con pocos recursos.
ResponderEliminarUn saludo.
Cara de pocos amigos tiene Gala, desde luego.
EliminarComo para llevarle la contraria, Cayetano. Jajaja
Abrazos!!
Que mal rollito me dan siempre Gala y Dalí... Sé que soy una cateta, pero cada vez que veo fotos suyas tengo la sensación de que eran gente que olía permanentemente los olores más feos del mundo... curioso que los haya fotografíado una mujer que parece empeñada precisamente en lo contrario, enmostrar la cara buena, en la alegría y la belleza de la vida.
ResponderEliminarQué precioso post, Enrique :)
Era su trabajo, Adra. Y un privilegio retratar a gente famosa.
EliminarImagino que su profesionalidad le impedía valorar al retratado.
Y que, a lo mejor Dalí le caía bien.
A mi me ocurre lo que a ti, nunca me resultaron simpáticos. Como muchos otros. Prefiero quedarme con sus obras.
Abrazos!!
Unas fotos maravillosas! La primera y la segunda me han encantado. Me gusta muchísimo tu blog, que suerte que volviste. Saludos. Enrique.
ResponderEliminarGracias, Patzy.
EliminarEstoy contento de volver tras tantos meses y recibir una acogida tan excelente.
Tengo mucha suerte.
Abrazos!!
Tu interesante entrada de hoy demuestra una vez más, que la ilustración de las publicaciones de aquella época era realmente “arte”, muy distinto de lo actual.
ResponderEliminarMe gusta mucho la primera foto y la de Abismos.
Un saludo!
Marga
Eso es porque tanto a ti como a mi nos gusta una determinada estética. Donde la luz, el encuadre, el momento, son determinantes en el resultado.
EliminarHoy día hay también unos fotoperiodistas fabulosos. Pero se les reconocerá en unos años.
Las fotos que se hicieron ayer ya han caducado. Solo vale el momento. Y si se graba con el smartphone y se sube a la red en segundos, mejor.
Abrazos, Marga!!
Las imágenes de Natalie Wood y de el niño nadador las podría haber pintado Rockwell... También sabía buscar el nervio, como en la de Bogart o la de Hughes, y lucir una técnica impresionante, como en la primera. Muy completa.
ResponderEliminar"Los carretes son baratos" Ay, pero los revelados no. Anda que no me he dejado yo pasta en la era pre digital, jejejeje
Abrazos, Enrique
Muy bien, Xibeliuss.
EliminarYo también encontré paralelismo entre las fotografías de Martha y las portadas de Rockwell. Y no es solo por coincidencia en la época.
Los positivados tampoco eran muy caros. Un carrete, haciendo copias de contacto, cabía en una hoja. Y luego, a elegir.
Yo hacía eso con el blanco y negro. Luego con el color sí que había que pensárselo bien antes de disparar.
Abrazos!!
Fríbola so no, sus fotografías reflejan el espíritu americano de la época, el way of life, típico de la posguerra, de las pelis en blanco y negro, del modo de vida modélico, aquél que el mundo entero imitaba. Y que fuera una mujer su artífice no le quitaba un ápice de interés; muy al contrario, se consideraba, como bien explicas, una rareza. Sólo cinco mujeres podían disfrutar del honor de ser reconocidas por su trabajo por aquel entonces.
ResponderEliminarUn saludo
Efectivamente, Carmen. Sus fotografías no hacían sino reflejar el American way of life consumista y desenfadado de la época.
EliminarParecía que todo el mundo tenía la felicidad al alcance de la mano.
Siempre me ha gustado comparar los años '50 de USA con los de España. ¡Cuántas diferencias! Y siempre pongo de ejemplo cómo hacían la compra de alimentos un ama de casa española y otra estadounidense en la misma época y ambas de clase media. Nada que ver.
Abrazos!!!
Estas fotos me encantaron, es más, te aviso que estoy deseoso de ver la segunda parte pues quiero hacer una reseña de esta fotógrafa en tigrero y este blog será la principal fuente
ResponderEliminarGracias, Alí.
EliminarDe Martha te adelanto que quedan aún varias entradas. La siguiente de generalidades, como ésta. Y otras monográficas: Pollock, Obesidad y Santa Claus, que no tardaré mucho en presentar.
Abrazos!!!
Entonces voy a aguantar un poco esa entrada hasta que tú hayas desplegado todo el trabajo. Tranquilo que no hay apuro. El de tigrero va a ser un post en equipo contigo
ResponderEliminarBuen tándem!!
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