El asesinato del
arquitecto Stanford White a manos del millonario Harry Thaw conmocionó la
ciudad de Nueva York.
Todos los
periódicos empezaron a dedicarle al caso un especial interés, tanto la prensa
seria como los tabloides sensacionalistas. Y cuando comenzó el juicio aún más,
ya que contaba con todos los ingredientes morbosos que el público pudiese
imaginar: sexo, celos, drogas, mundo del espectáculo y alta sociedad.
Nesbit empezó a
ser conocida como La chica del columpio de terciopelo rojo e incluso se
llegaron a rodar dos películas (durante el tiempo que duró el proceso) basadas en el triángulo amoroso . Las dos fueron
un éxito, especialmente The Unwritten Law,
seguramente financiada por la familia de Thaw para lavar su imagen.
El primer juicio
se inició en enero de 1907 y no parecía que el acusado se pudiese librar de la
pena de muerte. Para evitarlo, se contrató a un ejército de abogados para la
defensa y una compañía de relaciones públicas se encargó de presentar la mejor
imagen de Thaw a los medios: un buen esposo que solo defendía a su mujer
ultrajada.
Durante el
juicio todos los detalles escandalosos y de contenido sexual de la historia fueron
revelados con tal lujo de detalles que el juez prohibió la presencia de mujeres
en el público.
Tras este primer
juicio en el que el jurado no se puso de acuerdo en el veredicto, se eligió un
nuevo jurado y un nuevo juicio comenzó en enero de 1908. Había transcurrido un
año en el que la noticia no desapareció de los titulares.
En este segundo juicio, Nesbit volvió a testificar a favor de su esposo, tras recibir la promesa de la madre de Thaw que ella recibiría un buen arreglo de divorcio y un millón de dólares en efectivo de recompensa si atestiguaba que White en verdad la había violado y que su hijo sólo quiso, en un arranque pasional, "limpiar" el honor ultrajado de su esposa en base a una ley no escrita que legitimaba a cualquier esposo norteamericano.
La opinión
pública, en general, condenaba al millonario, pero una parte de la prensa
realizó una campaña sostenida en su favor. Varios historiadores del caso coinciden
en señalar a la poderosa familia Thaw como responsable de haber influido en
diversos periódicos para que tomaran la defensa del asesino.
Finalmente, un informe
psiquiátrico pedido por el tribunal, después de una larga prueba médica,
concluyó que el millonario era un maníaco depresivo. De esta manera se
explicarían los celos patológicos del hombre, que consideraba como su deber
matar a quien había sido amante de su esposa cuando ella era soltera.
El jurado
pronunció un veredicto de no culpable.
Enviaron a Harry al Hospital Estatal de Locos Criminales de Matteawan, en Fishkill, Nueva York. Y el trato que recibió allí fue de lujo, incluso la comida se la llevaban del prestigioso restaurante Delmónico.
Los abogados iniciaron una larga batalla legal para conseguir su libertad. En total, el caso Thaw dio lugar a siete procesos judiciales, hasta que finalmente, en New Hampshire se pidió a los tribunales que declararan que el asesino era una persona cuerda.
En junio de 1915 la corte señaló que el millonario era un individuo en perfecto uso de sus facultades mentales y lo dejó en libertad. Solo habían transcurrido nueve años desde el tremendo crimen.
Una vez terminado el juicio y como era de imaginar, no solo no vio un centavo del millón de dólares prometido sino que la madre de Thaw le negó cualquier tipo de ayuda económica.
Tuvo un hijo, Russell William Thaw, nacido en Berlín en 1910. Aunque ella siempre sostuvo que el padre fue Thaw, éste nunca aceptó la paternidad.
Trabajó durante algún tiempo en el vodevil y en el cine mudo con relativo éxito. Llegó a trabajar en doce películas, algunas de ellas con su hijo.
Publicó su primer libro en 1914: La historia de mi vida.
Con su hijo Russell.
Obtuvo el
divorcio en 1915 y se casó con su compañero de baile, Jack Clifford.
Este matrimonio no funcionó bien y Clifford la abandonó en 1918.
Con su segundo marido Jack Clifford.
Durante
la década de los ’20, tuvo diversos negocios,
como un Salón de té en Manhattan, al mismo tiempo que luchaba por
superar sus problemas con el alcohol y la morfina.
Incluso llegó a intentar suicidarse en más de una ocasión. Fue después de uno de esos intentos de suicidio en 1926, en Chicago, cuando recibió la visita de su exmarido Harry. Surgieron rumores de reconciliación pero no terminó en nada serio.
Incluso llegó a intentar suicidarse en más de una ocasión. Fue después de uno de esos intentos de suicidio en 1926, en Chicago, cuando recibió la visita de su exmarido Harry. Surgieron rumores de reconciliación pero no terminó en nada serio.
En su Salón de té.
Con Harry Thaw en 1926.
Durante unos
años se dedicó a la cerámica y la escultura dando clases en la Escuela de Artes y Oficios de Grant Beach y publicó su segundo libro Prodigal
Days en 1934.
Harry Kendall
Thaw murió en 1947 y en su testamento dejó a Nesbit un legado de diez mil
dólares, menos de un 1% de su fortuna personal.
Fue asesora
técnica en la película de 1955 The Girl in the Red Velvet Swing (La chica del trapecio rojo en España), por lo
que se le pagó diez mil dólares.
La película, dirigida por Richard Fleischer y
protagonizada por Joan Collins, finalmente resultó ser una descripción muy
novelada de los acontecimientos más relevantes de la vida de Nesbit.
Con Richard Fleischer y Joan Collins.
Con Joan Collins.
Vivió
tranquilamente durante varios años en Northfield, New Jersey, hasta que
falleció en un asilo de ancianos en Santa Monica, California, el 17 de enero de
1967, a la edad de 82 años.
FIN
Fuentes:
Evelyn Nesbit-Wikipedia
Vera Violetta
Los Angeles Times
Taringa-Evelin Nesbit
FanPix
Restaurant-ing Through History
Una vez más la realidad supera a la ficción.
ResponderEliminarAfortunadamente para ella, murió de vieja. No es frecuente en vidas así de turbulentas.
Un saludo.
Así es, Cayetano. Si es que la ficción siempre está basada en lo real.
EliminarAguantó la mujer hasta conseguir ser octogenaria. A pesar de todo.
Abrazo!
Coincido con Cayetano. Una vida tan tumultuosa no suele acabar más allá de la treintena.
ResponderEliminarNo obstante, me parece curiosa esta sociedad americana, tan purista para unas cosas, como las relaciones extramatrimoniales de los políticos que quedan patentes en "Citizen Kane" y luego tan fácilmente manipulables para otras. Esta gente lleva la doble moral en los genes.
Magníficas entradas. Han sido todo un lujo. Un saludo.
Me alegro que te haya gustado el relato.
EliminarEstos americanos son muy suyos. Se asustan con poco y luego son de lo más salvaje. Vicios privados, públicas virtudes.
Abrazos!!
Una vida seguramente más larga de lo que ella misma hubiera querido. Tenía muchas cosas que contar en ese libro. Pocas veces se encontrará a alguien que haya tenido una vida tan intensa, y generalmente a su pesar.
ResponderEliminarFeliz día
Bisous
Yo creo que tenía mucho que aportar, pero no le fueron bien las cosas a partir del fatal asesinato.
EliminarLa veo una mujer sensible y llena de recursos. Finalmente, no le sonrió la vida como se merecía. Pero tampoco fue extremadamente desgraciada. Supo adaptarse.
Abrazos, madame!!
Pues seguía siendo una abuelita muy guapa...La pobre no tuvo mucha suerte, primero una bicha de madre y luego una requetebicha de suegra, si es que...Ha sido un placer conocerla de tu mano, Enrique. Un abrazo
ResponderEliminarTienes razón, Alma. Sus peores influencias fueron las mamás. La suya y la de su marido.
EliminarPor lo demás, creo que la vida le fue lo mejor que podía. Al final sobrevivió a todos los problemas. A mí me cae bien.
Abrazos!!
En cuanto se hizo mayor y los hombres dejaron de pelearse por ella, se dedicó plácidamente a la escultura. Si es que, a veces ser guapo es un problema gordo.
ResponderEliminarUn abrazo.
En cuanto dejen de acosarnos por guapos, Antón, podremos dedicarnos a lo que nos gusta: dibujar en un entorno rural alejado del mundanal ruido. Jejeje.
EliminarAbrazos también pa' la Fuensanta!!
¡Síííí...! ¡Qué cruz haber nacío guapos!
EliminarNo podía faltar un crimen en esta vida de película. Lo mejor de todo es que ella pudo sobrevivir al escándalo y se adaptó a sus nuevas circunstancias. La verdad es que era una mujer de bandera: modelo, cantante, bailarina, actriz, empresaria, escultora, escritora, madre.
ResponderEliminarUn saludo
No sabremos cómo le hubiese ido sin que se produjera el crimen, Carmen. Pero podemos imaginar que la vida con ese bicho de millonario consentido no iba a ser un camino de rosas.
EliminarDespués de todo, supo adaptarse a las circunstancias. Trabajó en lo que pudo, educó bien a su hijo y terminó con su verdadera vocación: la escultura.
Podía haber sido todo mucho peor. Más dramático.
Yo la imagino sensible e inteligente. Le costó ser ella misma. Me gusta.
Abrazos!!
Un buen final para Evelyn, después de todo. Como dice Alma, ha sido un placer conocerla.
ResponderEliminarAbrazos, Enrique.
Pd. Vale, para la madre de Thaw ponemos a Joan Crawford :)
Y para mi ha sido un placer presentárosla.
EliminarPodía haber terminado muchísimo peor, desde luego.
Abrazos, Xibeliuss!!
PD: Aceptamos a Crawford como mamá de Thaw. A Bette la veo muy lista. ¿Qué tal Shelley Winters (mala, tonta, gordita) para mamá de Evelyn?
Me encanta esta manera que tienes de contar historias, Enrique, rodeado de los testimonios tan particularmente bellos como el de las fotografías antiguas. Felicitaciones, haces un blog muy entretenido y diferente. Coincido con los otros comentarios: una vida tan cinematográfica como la Evelyn, debía tener su espacio en la pantalla grande, y así fue. Gran abrazooo
ResponderEliminarGracias, Patzy.
EliminarEn realidad el texto, las historias son una excusa para las imágenes. No en vano el blog está basado en las fotos antiguas.
Evelyn tuvo sus películas, sí. Dos mudas, la de los '50 de Fleischer y un par más basadas en su vida pero cambiando los personajes.
Abrazos!!
Probablemente, la película “La fille coupée en deux” (Una chica cortada en dos) - 2007, de Claude Chabrol, es una variante actualizada de aquel triángulo amoroso y sus consecuencias.
ResponderEliminarUn saludo !
Efectivamente, enAteneo, la película de Chabrol está basada en la historia de Nesbit.
EliminarAbrazo!