Entre esos pocos encontramos el gabinete fotográfico de Arturo Franco, poco conocido retratista que comenzó su labor en la calle Jabonerías en la última década del XIX llegando con una amplia clientela hasta 1911.
Al final de sus años, compartió su trabajo de fotógrafo con el de conserje en el Círculo de Tiro Nacional.
Para todas las fotografías:
Arturo Franco.
Murcia. 1890-1910
Palacete de Riquelme en calle Jabonerías.
(vista desde la Plaza de José Esteve Mora)
La céntrica calle Jabonerías, vía murciana renombrada Calle
del Licenciado Cascales sin que el nombre tuviera fortuna, une la plaza de José Esteve Mora (que divide a la calle Platería) con la Plaza del Teatro Romea.
Más suerte disfrutó otro vecino ilustre de la calle, Pepe el del Romea, propietario de una tasca célebre por sus tapas de pájaros
fritos. En la puerta de su local se ubicaron, en el transcurso de los
años, una parada de galeras y otra de autobuses.
Esta última llevaba y traía vecinos de Espinardo. La primera fue, a finales del siglo XIX, el punto de partida de una tartana de pasajeros que cubría la línea El Palmar-Murcia, aunque pronto se trasladó el servicio a la plaza de la Paja, al otro lado del río. Era el germen de las líneas de pasajeros que se instalarían, para acercar a las gentes de las pedanías a la remota capital, en la cercana plaza de Camachos durante el siglo XX.
Esta última llevaba y traía vecinos de Espinardo. La primera fue, a finales del siglo XIX, el punto de partida de una tartana de pasajeros que cubría la línea El Palmar-Murcia, aunque pronto se trasladó el servicio a la plaza de la Paja, al otro lado del río. Era el germen de las líneas de pasajeros que se instalarían, para acercar a las gentes de las pedanías a la remota capital, en la cercana plaza de Camachos durante el siglo XX.
Por aquel tiempo se inauguró en la misma calle un curioso
servicio de pan, «que saldrá de la acreditada panadería de Manolo Gambín». Se
trataba de un carro «construido expresamente para la venta de pan a domicilio»,
cuya venta garantizaba los mismos precios que en el establecimiento.
Esta afamada calle reunió, como aún hoy lo hace, a numerosos
comercios con tanta solera como la desaparecida tienda de instrumentos
musicales de Ramón Sierra, que durante décadas inundó la ciudad de guitarras,
gramófonos y gramolas.
Pero el nombre le venía de otro oficio. Muchos siglos antes,
la calle recibía su denominación del gremio correspondiente, como de igual
forma se denominaron otras vías: Platería, Frenería, Trapería, Organistas,
Lencería, Vidrieros, Campaneros,...
En esta misma calle se levantó, en su esquina hacia
Platería, la residencia de los Riquelme que, tras diversos avatares históricos,
fue adquirida por José Rubio Hernández.
A finales de la década de 1960, su propietario recibió numerosas ofertas de compra para la fachada. Una de ellas, quizá la más suculenta desde el punto de vista económico, incluía su traslado a Madrid. Pero José Rubio decidió que permaneciera en Murcia y el profesor Juan Torres Fontes propuso que se reinstalara en el lateral del Museo Salzillo donde todavía puede admirarse.
(Información procedente de http://www.murciaarqueologica.com)
A finales de la década de 1960, su propietario recibió numerosas ofertas de compra para la fachada. Una de ellas, quizá la más suculenta desde el punto de vista económico, incluía su traslado a Madrid. Pero José Rubio decidió que permaneciera en Murcia y el profesor Juan Torres Fontes propuso que se reinstalara en el lateral del Museo Salzillo donde todavía puede admirarse.
(Información procedente de http://www.murciaarqueologica.com)
Portada del Palacete Riquelme en el Museo Salzillo.
Gran labor la suya, monsieur, al ofrecernos las fotos con toda la historia que las rodea, todo lo cual constituye un documento muy valioso.
ResponderEliminarLa foto de los niños ordenados por tamaño es una delicia :)
Bienvenido de regreso!
Bisous
Gracias, madame.
EliminarNo sé si valioso, pero por lo menos sí poco conocido. No hay prácticamente referencias de este fotógrafo en la red.
Bienhallada.
Abrazos!!
Qué típicas esas fotos de estudio con la gente posando para la ocasión. Memoria de lo que fuimos. Recuerdo esas fotos delante de una máquina de escribir o con un mapa de España detrás, de pose muy estudiada y hasta forzada, con la que los niños, con ese corte de pelo característico que acentuaba el tamaño de los "soplillos", inaugurábamos nuestra vida de jóvenes estudiantes hace ya una buena tanda de años.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues es una idea, Cayetano.
EliminarBuscar y seleccionar fotos escolares para una futura entrada. A ver que es lo que encuentro.
En la mía me hicieron fingir que escribía en un cuaderno. Pero no era un cuaderno, era un libro impreso. Jajaja.
Abrazos!!
Pues yo te animo. Es una propuesta donde muchos nos veremos retratados.
EliminarViendo las fotos me acordaba de otro fotógrafo, este de ficción, Ramiro retratista de "El Jinete Polaco", porque las de Arturo Franco son como las que describe Muñoz Molina en esa novela que es una de mis grandes favoritas
ResponderEliminarComo iba a resultar el cambio del nombre de la calle con lo bonito que es Jabonerías...Me gusta la idea de Cayetano, pero yo no puedo colaborar, ya no me tocó foto con el mapa de España detrás, creo que por poco porque mi hermano, que sólo es cuatro años mayor, si que tiene
Un abrazo grande, Enrique
Tu mapa, Adra, ya era el de las autonomías. El mío era el de Castilla la Nueva, Castilla la Vieja... Y es que ya uno es un poco carroza. Jejeje.
EliminarJo, pues ese era el bueno, Cayetano, sobre todo para nosotros cuando León era León y Castilla, Castilla. Yo prefería, eh?
EliminarSeguramente porque Ramiro describía a todos esos arriesgados fotógrafos que montaron un estudio en cualquier lugar de la geografía española.
EliminarY ya que hablamos de geografía, he de reconocer que mi mapa tenía a Murcia y Albacete en la misma región.
Y yo también me quedo con Jabonerías, claro. Mucho más bonito el nombre.
Abrazos, Adra.
¡Cuanto reconcome con Pucela noto una línea más arriba! :D :D :D
ResponderEliminarYo también tengo una foto de esas de escolar con mapa, pero me niego a que se publique. Queda mejor si pones un dibujo de Pablito el de Paracuellos y no se nota la diferencia, aunque sea de años después.
Buena labor de recuperación, Enrique. No parece un fotógrafo que se complicase mucho la vida, pero testimonio de su tiempo si que nos dejó.
Abrazos
Ya me gustaría poder recopilar las fotos de gente conocida. Y te pediría la tuya, claro.
EliminarPero buscaré de gente anónima que es más fácil. T'has librao, jejeje.
Efectivamente, Xibeliuss, este fotógrafo era un currante pero no aportó mucho a la historia de la fotografía. Aunque quizás si apareciesen fotos privadas de su tiempo libre (caso que las hiciese) a lo mejor descubríamos que era un artista.
Abrazos!!
Si eliminamos la información de que este fotógrafo tenía su taller en Murcia podríamos pensar que estamos en cualquier lugar de España. Los decorados eran similares, al igual que las poses de los paisanos fotografiados, de las fotos que podemos ver de esa época en Béjar.
ResponderEliminarUn saludo
Así es, Carmen. Arturo Franco fue el típico fotógrafo que puso un estudio para dar servicio a la creciente demanda de retratos de finales del XIX. Como le decía a Xibeliuss no aportó mucho. Se limitaba a darle al público lo que quería. Sin complicaciones.
EliminarAunque, claro, siempre se podría destacar alguna pose diferente. La del joven del sombrero cordobés, por ejemplo.
Abrazos!!!
Aunque, a la luz de los comentarios, tu narración es bien folclórica para vosotros, a mi me resultó muy interesante, casi pude imaginar la calle Jabonerías por entonces! Sin contar que las fotos viejas son tan fantásticas! Esa, la 4ta., de todos los niñitos en fila y vestiditos iguales, me mata! Ja! Saludos, Enrique.Buen finde!
ResponderEliminarUna foto muy graciosa, sí.
EliminarSeguramente serían hermanos. Las familias tan numerosas no eran raras en la época.
La calle Jabonerías está en el casco histórico de Murcia y es una de las más típicas de la ciudad. Ahora está convertida en calle peatonal como todas las de los alrededores.
Pasa un estupendo fin de semana, Patzy.
Abrazos!!
Que hermoso, cuanta historia, arte, experiencias....en cada foto uno intenta caminar por esos "pasos" que el tiempo borro.....gracias por compartir!! Aprendi con tu relato, y me alegra mucho que estes de retorno por mi blog!!
ResponderEliminarbesos, feliz fin de semana!
La fotografía de estudio es historia, sin duda alguna. Historia de la gente anónima, sus rostros, sus ropajes, su manera de posar.
EliminarGracias a ti por pasar y comentar, Patricia.
Abrazos!!
Me gustaron mucho estas fotos. Te felicito por recuperarlas y publicarlas! Permanecerán en el mundo virtual, como estampa de la gente de tu ciudad, de esta época.
ResponderEliminarAdemás, me encantó el relato sobre aquellas calles murcianas, de cuya historia no sabía nada pero por donde pasaba casi todos los días, en la época que viví en Murcia. Me dio mucha nostalgia… Gracias!
También, es interesante la idea de hacer una entrada con fotos de escolares, del pasado; si te valen los amigos del blog, buscare entre mis fotos…
Un abrazo,
Marga
Esa era la intención, Marga. Un pequeño reconocimiento a un fotógrafo de los que nunca destacaron en los libros. Solo una una breve mención en las historias de la fotografía murciana; sin fotos.
EliminarConfío que tus recuerdos de mi querida Murcia sean agradables. Y que te tratásemos bien los murcianos, jejeje.
Estoy ya recogiendo imágenes de escolares. De momento desconocidos. Pero igual te pido por correo alguna de esas con el mapa al fondo. Si la tienes. Ya te diré algo.
Abrazos!!
Estuve muy a gusto en Murcia y me encantó su gente, hospitalaria y alegre. Me impresionó mucho la Semana Santa murciana y quedé fascinada con la obra de Salzillo.
EliminarAbrazos!!!
Bien, bien. Me alegro que los recuerdos de la gente sean buenos.
EliminarY, ¿qué decir de Salzillo?, pues eso que era un imaginero que desarrollaba su obra con una perfección y un gusto exquisitos.
Abrazos, Marga!!