Muy bonito e interesante tu Blog. Te felicito y gracias por compartirlo con nosotros (los que nos gusta la antigua fotografía)! Un saludo desde Valencia !
No sé qué pasó con el comentario que hice. Bueno, pues ahí va otro diferente. Parecen cobrar vida los muy picarones. Y es que uno... no es de piedra. Un saludo.
Muy bonito e interesante tu Blog. Te felicito y gracias por compartirlo con nosotros (los que nos gusta la antigua fotografía)!
ResponderEliminarUn saludo desde Valencia !
Muchas gracias por tu amable comentario, enAteneo.
EliminarMe alegra que te guste el blog.
Abrazos!!
Jijiji...Se quedan de piedra :D
ResponderEliminarAbrazos
Jajaja!
EliminarMuy bien traído, Alma.
Abrazos!!
Qué bueno! Oportunísimo el fotógrafo, que realmente parece captar esas miradas indiscretas.
ResponderEliminarFeliz día del libro
Bisous
Ambos fotógrafos saben lo que se hacen, sí.
EliminarMuy buenos.
Abrazos, madame!!
Confío que su biblioteca haya aumentado por San Jorge.
La mía tiene un volumen más. Jejeje. Un ensayo de Zweig.
Las miradas en muchas ocasiones parecen conectar lo invisible. En estos casos son equilibradamente explícitas.
ResponderEliminarNos encantan las fotografías antiguas por la información que podemos trascender de ellas. Gracias por cultivarnos la mirada.
Anónimo Castellano.
Muy explícitas, sin duda.
EliminarMe alegra que compartas el gusto por la fotografía antigua.
Abrazos, A. Castellano!!
No sé qué pasó con el comentario que hice.
ResponderEliminarBueno, pues ahí va otro diferente.
Parecen cobrar vida los muy picarones. Y es que uno... no es de piedra.
Un saludo.
Misterios de blogger, Cayetano. A mi se me borró uno en mi propio blog.
EliminarEfectivamente diríase que no son de piedra por como se retuercen para mirar mejor. Jejej
Abrazos!!
Jejejeje, moooola.
ResponderEliminarUn abrazo Enrique.
Unas fotos muy acertadas, Arena.
EliminarY es que aunque sean estatuas,.... Jejeje.
Abrazos!!