Siempre me pregunté porque había naranjas que venían envueltas como los polvorones, otras con pegatina y otras sin nada...¡que bien huele esa foto, Enrique!
¡Qué foto más interesante! Tiene un aire antiguo que atrae. Una labor muy curiosa ésta de empapelar naranjas con esos papelillos de seda y que veo viene de hace la friolera de 100 años. Actualemente no me imagino cómo se hace. A máquina no creo, será a mano...
Nunca sabré para qué diantres envuelven las naranjas en papel. Como no sea para cobrarte el papel a precio de naranja como cuando te envuelven el jamón...¡Ay, perdona! No debería aquí volver a sacar ese tema. Un saludo.
Una foto genial, salvando las distancias, me recuerda mucho a algunas fotos antiguas de los obradores de galletas. Allí también, la mayoría de las empleadas eran mujeres. Abrazos ;-)
Pepa: Ricas mandarinas. Sobre todo con chocolate. Jejeje!
Almalaire y Mme. Masqué: ¡Cuánta razón tenéis las dos! Ese almacén debía oler estupendamente.
Xibeliuss: Sí, Luís federico se tomaba la fotografía muy en serio. Aunque no viviese de ella.
Rukia: A mí tampoco me gusta que florezcan tan pronto. Cualquier helada mañana lo manda todo al traste.
Antón: Seguro que sí. No se andaban con tonterías en la época.
Carmen: Lo cierto es que no sé cómo se hace. Pero intuyo que será a máquina, como todo.
Cayetano: Grrr! Aún puedo oler el jamón. Yo tampoco sé exactamente para qué las enceran y envuelven en papel. Será para cobrarlas más caras.
Carzum: Sí, era común que ciertos trabajos fuesen exclusivos de mujeres (y niños). Pero, claro, controladas por un varón. Menos mal que algunas cosas van cambiando.
Yo me llevé de la verdulería, el otro día, todas las mandarinas empapeladas. Valen como variedad o algo parecido a las naranjas? :)
ResponderEliminarT.Q.M.
:)
ResponderEliminarSiempre me pregunté porque había naranjas que venían envueltas como los polvorones, otras con pegatina y otras sin nada...¡que bien huele esa foto, Enrique!
Y debe de oler a gloria, con tanta naranja y limon.
ResponderEliminarFeliz tarde, monsieur
Bisous
¡Qué trabajada está la escena! No ha dejado un detalle al descuido.
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique.
y que lo digas!! Aquí en Sevilla hay algunos naranjos que ya tienen azahar, aunque a mi me gusta más que aparezca sobre marzo...
ResponderEliminarPero que ricas que están las naranjas.
Y el que está mirando con el sombrero debe de ser el encargao, dispuesto a empapelar a la que no hiciera bien su trabajo.
ResponderEliminar¡Qué foto más interesante! Tiene un aire antiguo que atrae. Una labor muy curiosa ésta de empapelar naranjas con esos papelillos de seda y que veo viene de hace la friolera de 100 años. Actualemente no me imagino cómo se hace. A máquina no creo, será a mano...
ResponderEliminarSaludos
Nunca sabré para qué diantres envuelven las naranjas en papel. Como no sea para cobrarte el papel a precio de naranja como cuando te envuelven el jamón...¡Ay, perdona! No debería aquí volver a sacar ese tema.
ResponderEliminarUn saludo.
Una foto genial, salvando las distancias, me recuerda mucho a algunas fotos antiguas de los obradores de galletas. Allí también, la mayoría de las empleadas eran mujeres. Abrazos ;-)
ResponderEliminarPepa:
ResponderEliminarRicas mandarinas. Sobre todo con chocolate. Jejeje!
Almalaire y Mme. Masqué:
¡Cuánta razón tenéis las dos! Ese almacén debía oler estupendamente.
Xibeliuss:
Sí, Luís federico se tomaba la fotografía muy en serio. Aunque no viviese de ella.
Rukia:
A mí tampoco me gusta que florezcan tan pronto. Cualquier helada mañana lo manda todo al traste.
Antón:
Seguro que sí. No se andaban con tonterías en la época.
Carmen:
Lo cierto es que no sé cómo se hace. Pero intuyo que será a máquina, como todo.
Cayetano:
Grrr!
Aún puedo oler el jamón.
Yo tampoco sé exactamente para qué las enceran y envuelven en papel. Será para cobrarlas más caras.
Carzum:
Sí, era común que ciertos trabajos fuesen exclusivos de mujeres (y niños). Pero, claro, controladas por un varón.
Menos mal que algunas cosas van cambiando.